DOLOR MUSCULAR DESPUÉS DEL ENTRENAMIENTO. ¿QUÉ ES Y CÓMO SE MANIFIESTA?

Probablemente a todos nos ha ocurrido que nuestros músculos están especialmente doloridos después del entrenamiento. Este fenómeno es más notable en las personas que empiezan a hacer deporte desde cero o que vuelven a entrenar después de una pausa. La actividad deportiva no es la única causa de dolor muscular; la realización de tareas domésticas como por ejemplo, limpiar la casa, mover muebles, cargas pesadas o el esfuerzo prolongado en el trabajo también pueden provocar fatiga muscular.

Por desgracia, el concepto de dolor muscular post entrenamiento se generaliza con demasiada frecuencia. Todo el dolor muscular que se produce después del ejercicio, aparte de las lesiones, por supuesto, se denomina "dolor muscular". Sin embargo, hay que diferenciar entre dos tipos de dolores musculares: el primero es el dolor muscular causado por una concentración excesiva de ácido láctico en los músculos. Este ácido desaparece con bastante rapidez ya que el cuerpo lo elimina en aproximadamente 2-3 horas después del final del entrenamiento. El segundo dolor es el denominado DOMS (dolor muscular de aparición retardada) que es el resultado de microtraumatismos en las fibras musculares.

Los dolores musculares más comunes, son causados por el ácido láctico, y como hemos mencionado antes, son de más rápido alivio, mientras que en el DOMS en cuanto más intenso sea el esfuerzo, mayores serán las microlesiones que pueden causar dolor y fatiga durante varios días, limitando gravemente la vida cotidiana. Las personas que padecen DOMS experimentan dificultades para sentarse, subir escaleras o incluso para mover los músculos faciales. Sin embargo, el DOMS cumple una importante función: la de reconstruir las fibras musculares y aumentar así la masa muscular del organismo. Por ello, este tipo de dolor es visto positivamente por muchos deportistas, quienes lo consideran un indicador de la eficacia del entrenamiento.

Cada cuerpo reacciona de forma diferente al esfuerzo. Hay personas que sufren levemente durante 24 horas y otras que sienten el dolor durante varios días y con mayor intensidad. Cada persona tiene que encontrar el método adecuado para aliviar el dolor. Entre los muchos consejos que ofrecen los fisioterapeutas, entrenadores personales, etc. Nosotros recomendamos el masaje. Los deportistas profesionales acuden a un masajista profesional con más frecuencia que los simples aficionados al deporte y al culturismo, quienes utilizan cada vez más las distintas pistolas y rodillos de masaje en la comodidad de sus hogares. Estos dispositivos aceleran y optimizan la recuperación muscular al estimular la circulación sanguínea, que a su vez puede estimularse con un simple baño caliente, preferiblemente con la adición de sales de Epsom, o alternando duchas calientes/frías.

Para los amantes del agua, a menudo se recomienda pasar tiempo en la piscina, ya que los músculos se relajan en el agua.

Muchos deportistas apoyan la teoría de que el ejercicio es la mejor medicina para las agujetas. Dicho esto, no hay que olvidar que abusar de la actividad física es contraproducente y peligroso. Las agujetas son una parte esencial del entrenamiento físico porque ayudan a definir el cuerpo y los músculos. No es posible evitarlas del todo, pero conviene conocer formas de acelerar la recuperación y volver a la actividad física habitual.